Esta semana se ha notado que las evaluaciones están a la vuelta de la esquina, ya que hemos dedicado bastante tiempo en algunas clases a la preparación de los exámenes, resolución de dudas y finalización de prácticas y entregas pendientes. Por lo que he podido observar, a estos alumnos les cuesta bastante trabajar fuera de su horario de clases por lo que según me ha comentado también mi profesora, suelen entregarlo todo al por final y en algunas ocasiones se producen conflictos debido a este tema. También se puede apreciar que a la mayoría les cuesta implicarse y concienciarse de que realmente es importante que estudien, sobre todo porque en esta evaluación se decidirá quién acude a la FCT (Formación en Centros de Trabajo) y quién no.
Esta semana también se han producido un par de conflictos con dos de los alumnos de primero y por tanto comprobar cómo se gestionan este tipo de problemas en el centro. El primer caso es el de un alumno que sacó su móvil en clase sin permiso de su profesora. En mi instituto, este tipo de faltas se castigan con la retirada del móvil (que se devuelven a los alumnos los miércoles) y con una amonestación. Además, se comunica el problema a la tutora para que en caso de ser necesario, hable con la familia del alumno.
El segundo conflicto fue por la rotura de material de clase, en concreto de una placa protoboard. En este caso, la profesora informó a los padres del incidente y se le puso una amonestación al alumno.
Este tipo de problemas no se suelen dar a menudo y es la primera vez que sucede algo así durante mi estancia. Aunque mi conocimiento de la FPB a través de otras personas era de que solían ser cursos conflictivos y de muy difícil trato, la realidad es que al menos en mi/ caso, las clases que más frecuento suelen ser tranquilas y no hay muchos percances de importancia.
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