En este post hablaremos de los
transformadores. Estos dispositivos permiten aumentar o reducir la tensión en
un circuito de corriente alterna y aislar dos partes diferentes de un circuito:
un circuito primario y un circuito secundario.
Los transformadores se basan en la
inducción electromagnética. Un transformador está formado por dos bobinas
enfrentadas que comparten su núcleo ferromagnético, tal y como se puede
observar en la siguiente imagen:
La corriente alterna del circuito
primario genera un campo magnético variable cuyas líneas de campo son dirigidas
hacia el circuito secundario a través del núcleo ferromagnético. Este campo
magnético variable genera una corriente alterna en el circuito secundario por
inducción electromagnética.
La relación entre las tensiones de los
circuitos primario y secundario dependerá de la relación entre el número de
espiras de ambos devanados, así:
Como se debe cumplir el principio de
conservación de la energía, la potencia eléctrica en el devanado secundario
deberá ser igual a la potencia eléctrica en el devanado primario. Como vimos en
una entrada anterior, la potencia eléctrica es igual al producto de la tensión
por la intensidad, de manera que, si la potencia es igual a ambos lados del
transformador, cuando la tensión del secundario sea menor que la del primario
su intensidad será mayor, mientras que cuando la tensión del secundario sea
mayor que la del primario su intensidad será menor.
Imagen real de un transformador de gran tamaño |
Esto resulta de especial interés en las
líneas eléctricas de distribución, pues cuanto mayor sea la tensión a la que
transportan la electricidad, menor será la corriente que circula por ellas, y
por tanto menores las pérdidas en forma de calor debidas al efecto Joule. Es
por esto que las líneas eléctricas de distribución suelen trabajar con
tensiones muy elevadas.