Un condensador es un componente que se
opone a los cambios bruscos de tensión. Generalmente están formados por dos
placas enfrentadas y fabricadas en un material conductor (cada una conectada a
un borne del condensador) entre las cuales se coloca un material aislante
(también llamado dieléctrico).
Los condensadores sometidos a una
diferencia de potencial almacenan la carga eléctrica que reciben hasta alcanzar
un límite, a partir del cual ya no almacenan más. Al eliminar dicha diferencia
de potencial, un condensador cargado se descargará, actuando a modo de batería.
La carga almacenada en cada una de las placas es proporcional a la diferencia
de potencial entre ambas, siendo la constante de proporcionalidad la llamada
capacidad del condensador. En el Sistema Internacional la capacidad se mide en
faradios (F).
Existen dos tipos de condensadores, los
condensadores electrolíticos, los cuales presentan una polaridad en sus bornes
(un borne será el polo positivo y el otro el negativo) que indicará cómo se
debe conectar el condensador en el circuito (y nunca se debe conectar al revés
si no queremos que el condensador salte por los aires), y los condensadores
cerámicos, los cuales no presentan polaridad.
En cuanto a la forma de operar en
circuitos eléctricos, en el caso de los condensadores, la capacidad de las
uniones en serie y paralelo se calculan al revés que en el caso de las
resistencias.
La capacidad de una unión en paralelo de
condensadores es igual a la suma de las capacidades de cada condensador, es
decir:
Aquí tenemos un ejemplo:
En el caso de una unión de condensadores
en serie, la capacidad total es igual a la inversa de la suma de las inversas
de las capacidades:
Os dejamos un ejemplo a continuación:
Aquí finalizamos el post de
condensadores, el próximo será el último capítulo de la serie de componentes
eléctricos: las bobinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario